En multitud de ocasiones hemos escuchado que para curarnos o para tener éxito en la vida necesitamos empoderarnos. Y esto es totalmente cierto. Sin poder , sin fuerza personal, no vamos a ningún sitio.
El problema surge cuando confundimos lo que és empoderarse. Pues empoderarse es algo mas simple de lo que parece, pero más difícil de conseguir de lo que se cree. Para tomar el poder lo primero que hay que hacer es aliarse con la «verdad» para luego soltarla. Y ojo con lo que entendemos por verdad , pues és el concepto más prostituido que conozco. La «verdad» es única , y cuando te alies con ella lo sabrás, pues no existe otra cosa fuera de esa verdad.
Para empezar ya os estoy metiendo en un lío.
El segundo paso és tal vez aún más difícil. Cree en la verdad con una fe infinita , pero no intentes imponerla a nadie , solamente cree. Entonces , cuando los demás te vean tan seguro sobre la verdad , no tendrán más opción que seguirte. Y eso , si que és poder. En realidad , ese és el poder.
Constantemente me encuentro con el error de gente que toma un concepto como la verdad , y se «empodera» en torno él. La verdad no es un concepto , es algo más abstracto y amplio. Esto hace que se caiga en el error de confundir «empoderarse» con tener la razón, lo que crea una rigidez mental , que dificulta y/o imposibilita el empoderamiento , ya que el empoderamiento requiere de una flexibilidad mental y emocional impecables.
Pues empoderamiento significa tener el poder , tener la verdad en la mano , pero ni aferrarse a ella ni querer imponerla. Una verdad flexible , cambiante , moldeable e inequívoca. En definitiva , el arte de empoderarse es una actitud de vida.
